lunes, 16 de mayo de 2011

Besos congelados


Besos congelados en el baúl
del olvido.
Mareas incesantes que
no viven sin el alma
de tus labios.

Más, más fuerza
con la risa de tus ojos
con el viento de tu cuerpo
con la calma de tu piel

El sol me da
fuerzas para seguir
Los árboles cristalinos
del universo me
despiden con un adiós sepulcral.

Besos congelados por
el atardecer de tus ojos.
Un adiós que nunca llegó a su fin.
Con mis alas frente a tu
vida de recuerdos rotos.

Con un simple adiós,
todo se escapo de la luna.

Dudas


Dudas, pensamientos rotos.
Esas mentiras que venían
cada día como el portero
da los buenos días
en el portal de mi casa.

Te escapaste aquella noche
oscura. Los cigarros se
esfumaron y tú te fuiste
tras ellos.

Voy y siento que tú ya
no estás aquí.
Que ya no vives para
las luces de la luna.

Que ya en ti no hay
más que manzanas
en el almendro en flor
que veo desde mi ventana azul.

Ay amor Mío


Ay amor mío,
este calor que toca esa
luz de la ventana.
Esa ventana que da todo
pero no ofrece nada.

Esta ventana es la puerta
donde mis labios se desvanecen
como el sol cuando
se despide cada día.

En invierno, mis sentidos
deciden abrir esa puerta
donde el viento llama a la fuerza
con esas locas miradas
donde tú ya no ves.

Donde tú ya no estás,
donde tú te fuiste
y no regresaste jamás.

Me calmas













Sí, sí, es hora de
decir basta. No me
hables, no me mires
ni si quiera me ames

No pretendo ser tuya,
tan sólo necesito tu alma.
tan sólo necesito tus caricias
tú me calmas, me regalas ese halo de vida

Me calmas,
pero me tientas a ser el cordero
de ese pasto donde no hay
vallas que fortalezcan
esa ternura que irradias

No quiero quererte,
no quiero besarte.
Tan sólo quiero
que seas feliz.

En el tren de las ilusiones


Capítulo 1: Salida desde Stuttgart

Estamos en un tren, viajando desde Stuttgart hasta una parada cuyo nombre no recuerdo. Sí, ya sé que no soy original y que he plagiado al gran Miguel de Cervantes. Pero sí, eso es lo que quiero decir. No recuerdo dónde voy. Sólo sé que estamos sentados en un tren de línea irregular, cuyos sillones verde chillón reflejan ante mí una primavera llena de cosas muertas de alegría. Mi amigo Rigo está sentado junto a la ventana, a mi lado, callado. Está absorto en sus dibujos mientras observa por las largas ventanas de este antiguo tren cómo las nubes se transforman en tigres, osos, y otras efímeras formas cuya esencia sólo existe en el interior de su mente. No sabemos qué destino tomar, sólo tenemos la certeza de que nuestras vidas han dado un giro universal de una magnitud tan infinita que ni el mismísimo Dios puede alcanzar (no pretendo ofender a nadie, pero como ya saben ese Dios es omnipresente y todo lo escucha y lo ve). Quizás, él sí que sepa nuestro destino. Pero eso es una cuestión que no me preocupa en absoluto ahora mismo, ni creo que nunca. Así que no perdamos el tiempo y sigamos con nuestra historia.

Valeria y Rigo, viajan juntos desde hace tan sólo 5 días. Ella está absorta en sus pensamientos mientras disfruta de la compañía de su amigo Rigo. El cuál ha viajado desde tierras italianas para aprovechar unos días en una dulce y nueva etapa en Alemania. Ambos quieren vivir momentos intensos, así que deciden montarse en trenes y ver qué ocurre mientras viajan sin rumbo por Europa central. Se tienen el uno al otro, pero a la vez, sus miradas perciben un halo de tristeza porque ambos han sufrido por amor y están calmando sus almas en este viaje sin sentido.

Ahora, me decido a cerrar este capítulo. Así pues, sólo decir que tanto Valeria como Rigo, vuelan como los pájaros a medianoche y se regocijan de esta cálida primavera entre trenes y hostales.

domingo, 15 de mayo de 2011

Loca, Loca


Loca, loca, de amor por ti
siento que estoy en paz
que vivo para lograr tus sueños
y tus sueños son mi alegría

Me tocas, me rozas, tus
labios sabor a miel me
enriquecen cada segundo

Tu cuerpo es un mundo
lleno de maravillosos sentidos
donde cada trozo de tu piel
es un nuevo ser al que
hacer brotar

Me haces ser como soy,
te esperaré siempre.

Mis labios son tu mirada
y mis ojos tus besos.