Aquellos pensamientos escondidos en el baúl de los almendros y otras experiencias vividas en el pasado más remoto
sábado, 26 de mayo de 2012
Soy así
Hasta aquí
jueves, 24 de mayo de 2012
Alas del norte
lunes, 21 de mayo de 2012
Mi luz sin ruido
Las almas que nunca vuelan
jueves, 17 de mayo de 2012
El corazón de mi cuerpo
Hoy es el día
miércoles, 16 de mayo de 2012
El amor lunático del sol
martes, 15 de mayo de 2012
Las flores que se perdieron en tu jardín
lunes, 16 de abril de 2012
Absurdo y Frívola. Capítulo 1.
Capítulo 1: Una taza de aguarrás.
Era un día de esos en los que ni el café amargo me sabía a aguarrás. Era un día de esos en los que las ansiosas sábanas me pedían que me levantara y le dijera a la almohada que a veces no hace falta consultar con ella durante toda la noche. Era un día de esos en los que mi mujer, Frívola, se fumaba un cigarrillo antes y después del penúltimo polvo. Ella, tan insensata y tan valiente, que todo lo daba y todo lo recibía, me pedía el periódico de ayer para ver qué noticias escalofriantes aparecían en la portada del periódico matutino. Titulares como estos que le dejaban una huella intrínseca durante los primeros esbozos de un día caluroso: “Buenos días señores, no hace falta que se levanten. El día está soleado, todo está despejado y el pan está recién salido del horno”.
Mi nombre es Absurdo y soy un hombre bastante normal y corriente. Todas las mañanas, al parecer, tengo la obligación de despertarme con mi esposa, mujer hermosa donde las haya y extremadamente inteligente, que cada día a eso de las 10 de la mañana, me obliga a tener sexo; y no sólo eso no. Además quiere que la satisfaga y que la haga llegar al orgasmo. Encima, para más inri, desde hace ya un par de semanas,y no son pocas, se levanta con el pie izquierdo porque está empeñadísima en comprar otro chalecito; para poder así disfrutar cada uno (por nuestro lado, por supuesto) de “nuestros” amantes varios. Por cierto, con esto del rollo del sexo a tutiplein, se me había olvidado decir que tenemos millones y millones de euros regados por todos los paraísos fiscales. Desde Suiza, bastante cerca además de la casa del Fernando ese, hasta las Bahamas. En este último, mi esposa querida, desea montar ese maldito chalé para “nuestros” affairs con los famosillos de poca monta.
Sí, lo sé. No he dicho aún a qué me dedico. Pero no se preocupen, que a continuación, quedará todo muy claro. Soy de esos típicos políticos que se dedican a hacer lo que mejor sabemos hacer: prometer y prometer y llenar nuestros bolsillos de esos papeles verdes que nos ha ofrecido, sin ánimo de lucro, nuestro Dios más desvirtuado, el Banco. Pero el caso es que sí, mi vida es así de simple. Ahora lo único que anhelo es poder disfrutar de esta mañana veraniega, antes de tomarme mi taza de aguarrás y gozar de un buen polvo. Esta vez espero que Frívola consiga llegar al orgasmo, que si no, ésta me deja por el Fernando ese y me quedo sin un céntimo. Viviría en la ruina y en la miseria, donde la gente no tiene mas que pan y agua para alimentarse. Cruzaré los dedos para que mi vida siga así de tranquila y mi conciencia no me persiga todas las noches, donde esas almohadas malditas me arruinen hasta mis peores pesadillas.
jueves, 29 de marzo de 2012
Incógnitos Anonimos. Vol 1.
Desde hace unos años no entiendo el porqué de tu marcha. Sé que has huido a un lugar mejor, pero yo sigo sin entender porqué te has ido. Sé que nuestro adiós fue un adiós sin rencores, un adiós sin mentiras, un adiós indefinido. Pero ese dolor que aún conservo en lo más profundo de mi alma, sigue dándome caña cada vez que cierro los ojos, cada vez que llego cansada del trabajo, cada vez que llego a la cama y me acuesto. Me cuesta horrores pensar en ti, no lo puedo evitar. Sé que tu marcha me ha dolido y sé que jamás me voy a recuperar.
Hoy he empezado a leer mis diarios y he visto que no ha cambiado nada. Todo sigue igual que siempre. Me veo ante al espejo como un alma perdida incapaz de coger su rumbo, incapaz de coger el tren de su vida. Las vías se están descarrilando y no soy capaz de ver las cosas más dulces que te ofrece el mundo. Este mundo lleno de mierda. Este mundo lleno de hipocresías, donde el dinero llama al dinero. Donde ni el más santo puede tirar la primera piedra. Este mundo, donde solo huele a moho y estiércol. Este mundo en el que he nacido, he visto que tú eres mi única salvación. Tenerte a mi lado, durante ese tiempo, me hizo sentir viva, capaz de resolver mis miedos. Te necesito para poder romper todos los muros que la vida me impone. Te necesito para sacar adelante todo lo que me propongo. Pero, no puedo si sé que cada vez te alejas más de mí. Eres esa llaga que ralentiza mis cuerdas, eres esa balanza que calcula mis fracasos. Eres esa luz que nunca me abandona, eres ese dios pordiosero que me inhala de valor. Eres esa fuerza que hace levantarme cada día. Eres esa magia que irradia mis buenos momentos. Eres esa vida que nunca llegaré a vivir. Eres esa flor que jamás se marchitará. Por favor, con esto y lo que voy a contaros a continuación, espero que comprendáis el porqué de esta incómodo anonimato. Lo entenderán todo cuando les cuente el comienzo de mi fin, y por lo tanto el comienzo de una nueva vida.