Lo único imposible en la boca de tu piel
eran los años rotos por no haberte visto
dentro del satén de mi pecho.
He recordado este tiempo
como un tiempo sin alma,
como un tiempo roto de no tenerte conmigo.
he decidido ser yo la única que vele
en este entierro,
voy a ser yo ahora la que
suelte la melena y te arrastre hasta
mis entrañas.
Tus piernas ahora me abrazan,
tus suaves dedos ahora me susurran al oído.
Ahora solo estamos absortos mirándonos al espejo.
Reflejando los rostros de nuestro pasado.
El hoy eterno se hizo vacío.
Ya no quiero más un roto escondido detrás de esa espalda tersa.
Quiero saltar junto a ti
a la luz de las velas.
Quiero esconderme detrás de tu pecho,
quiero rozar tu pelo
y vivir el momento de aquello
que antaño vivimos.
Quiero sentir nuevamente esa fuerza
dentro de mí,
quiero pensar en las sábanas de nuestra noche.
Quiero escabullirme de aquí
y sentarme junto a tu pies.
Fue entonces cuando me di cuenta
de que ya era imposible una rotura.
Era imposible que te fueras sin esa mirada.
Te quedaste y volvimos juntos al jardín.
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